Hace unos meses un gran amigo nos recomendó pasar un par de días en Cáceres, y así lo hicimos.

A mediados de noviembre se celebra en la monumental Cáceres, la feria medieval.

El interior de sus murallas nos atrapa con su música celta, sus pasacalles, faquíes y los paseos con ocas. Podemos disfrutar de los puestos de artesanía, talleres en vivo de antiguos oficios y de actividades infantiles.

Para comer, os animo a que degustéis las mil y una tapas que nos ofrecen los puestos, os sentéis en uno de los largos bancos y compartáis una cerveza y una buena conversación con vuestros compañeros de mesa.

Nosotros los alojamos en el Hotel Agora a dos calles de la Plaza Mayor, pero el Hostal La Alameda o el Hotel NH Palacio de Oqueda están también muy bien ubicados. Eso sí, reservar con tiempo para evitar las altas tarifas.

Para cenar de capricho el Restaurante El Atrio. Sus dos estrellas michelín valen”la cuenta”. Merece la pena visitarlo, aunque sea una vez en la vida. Como suelo deciros no apto para todos los bolsillos.

Este post, va por ti Jis, gracias por tus recomendaciones y por esos momentos que hemos compartido.

Un beso enorme.

Sofía 🙂

Un comentario

  • Ivan dice:

    Así sí que merece la pena conocer ciudades!!!. Muchas gracias por la recomendación, lo tendremos en cuenta.

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