Estados Unidos es el sexto país elegido como destino en un viaje de novios, y no es para menos, ya que cuenta con multitud de destinos dignos de una luna de miel.
En este post quiero acercaros la costa oeste, pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de la costa oeste de Estados Unidos?
Pues bien, nos referimos principalmente al estado de California y sus limítrofes Nevada y Arizona, donde se ubican El Gran Cañón o Las Vegas. Las distancias son largas, pero puedo aseguraros que merece la pena.
#Lunademiel por la Costa Oeste: todo lo que necesitas saber #LVDSBlog Clic para tuitearPero antes de embarcarnos hacia la tierra de las oportunidades, hay un par de detalles importantes a tener en cuenta:
Lo primero es que hay que solicitar el visado ESTA, tiene dos años de vigencia y es obligatorio. No podréis entrar en el país sin él. Aquí os dejo el link donde vosotros mismos podéis gestionarlo.
Y lo segundo, como hemos visto en cientos de películas y series americanas las facturas médicas son escandalosamente caras, así que no olvidéis contratar un seguro de viaje que cubra toda la estancia.
¡Comenzamos!
Índice
Viaje de novios por la Costa Oeste, preparando el viaje
Para empezar a preparar vuestra luna de miel en Costa Oeste hay algunos puntos que debéis de tener claros:
- De cuántos días disponéis.
- Disfrutáis de la naturaleza o sois más cosmopolitas.
- Sois amantes de la carretera o preferís la comodidad del avión.
- Por dónde comenzar vuestro viaje: Los Ángeles – Las Vegas …
La Costa Oeste de Estados Unidos es muy grande y nos ofrece muchísimas opciones para todo tipo de novios, desde grandes ciudades como Las Vegas o San Francisco a maravillosos parques naturales como Yosemite o Death Valley. Por lo que dependiendo de los días que tengamos para nuestro viaje podemos realizar una ruta u otra.
El mínimo de días con el que debéis contar para disfrutar de vuestra luna de miel por la Costa Oeste en nuestra opinión son 10, y máximo lo que queráis… ?! Hay tantas cosas que ver!!
Si os gusta conducir es un viaje ideal para apretar el acelerador, las carreteras son interminables y el paisaje una pasada, además la sensación de conducir un Mustang de camino al Cañón del Colorado no es algo que podamos repetir todos los días.
Pero si por el contrario pensáis que ya hacéis demasiados kilómetros en vuestro día a día las conexiones aéreas en EEUU son una maravilla, ambas opciones son buenas. Así que elegir la que más se adapte a vosotros.
¿Y por dónde empezamos? El orden de los factores no altera el producto, la mejor tarifa aérea es la que marca la ciudad de salida.
Como ya hemos comentado hay muchas rutas para preparar vuestra luna de miel, pero en este post vamos a hablar de lo que NO podéis dejar de ver, “los imprescindibles de La Costa Oeste”.
Los Angeles
Y, ¿qué mejor que empezar el viaje en “La Ciudad de los Angeles”? Rodeada por el Océano Pacífico y por inmensas montañas al otro lado, Los Angeles es una ciudad romántica que cuenta con encantadoras playas donde poder disfrutar de una cena bajo las estrellas o de una estrepitosa noche en Hollywood.
Un aura blanca brillante desprendido por su icónico letrero da la bienvenida a la ciudad desde las alturas y no hace más que adelantarse a toda la magia que ofrece.
Tras dejar las cosas en tu alojamiento, te recomendamos que te dirijas directamente hacia la costa, ¡no hay nada como mojarse los pies en el agua del pacífico para marcar el inicio de tu luna de miel! Puedes comenzar en el Venice Boardwalk, un paseo marítimo cargado de carácter o pasear por el muelle de Santa Mónica disfrutando del primer atardecer del viaje.
Otro must de Los Angeles es el parque temático Universal Studios Hollywood, que continúa siendo, tras más de 100 años desde su creación, una fábrica de sueños.
Pero seamos sinceros, la entrada no es nada económica (unos 100 $ aprox.), así que para evitar incómodas colas en taquilla, lo ideal es que reservéis a través de su web o bien, adquirir la Go Los Angeles Card, una tarjeta que permite el acceso a las principales atracciones de la ciudad.
Recorriendo los escenarios donde se grabaron esos míticos títulos de Hollywood os vendrán a la memoria las escenas que tanto os han hecho disfrutar en vuestra infancia.
Para disfrutar de verdad de Los Angeles, mi recomendación es un buen madrugón para pasear por el Hollywood Boulevard sin mucho bullicio, continuando por el Teatro Chino de Mann y si el calor californiano y tus fuerzas de lo permiten hacer un recorrido por las mansiones de las estrellas en Beverly Hills, Bel Air o Hollywood Hills.
En contraste con el bullicio de Los Angeles pero no menos local, una visita a Oatman es casi indispensable. Se trata de un pequeño pueblo en mitad del desierto poblada de burros salvajes. Sí, has oído bien.
Oatman podría haberse desvanecido como tantos otros pueblos mineros de Arizona si no fuera por la nostalgia de la Ruta 66 y los clásicos casinos. Una ciudad del salvaje oeste donde sus vecinos más peludos caminan a sus anchas. Tienes que verlo para creerlo.
Gran Cañón del Colorado y Yosemite
Ha llegado el momento de hablar de El Gran Cañón del Colorado. Hay muchas formas de visitar el parque nacional, pero la más excitante es sin duda, en helicóptero. Sobrevolar territorio navajo y contemplar la presa Hoover Damm antes de adentrarte dentro de las paredes del West Rim del Gran Cañón es una de las cosas más impresionantes que haréis en vuestra vida, junto con el matrimonio, claro 😉
No tan conocidos como el Gran Cañón pero no menos dignos de mencionar son el Parque Nacional Zion, Monument Valley y Bryce Canyon. Reservas naturales en las que merece la pena adentrarse, por lo que lo más recomendable es hacer una excursión en Jeep.
Death Valley, por otra parte, es un desierto de dunas de arena, montañas nevadas y capas multicolores de roca. Es el lugar más árido y caluroso de los Parques Nacionales de los Estados Unidos por lo que hidratarse es algo que debéis tener muy presente. A cambio, el parque os devolverá una espectacular vista de las Montañas Panamint y de las Dunas de Arena.
Las Vegas
Y ahora sí, si añoráis el sonido de las tragaperras y la fiesta llega el turno de Las Vegas. “La ciudad del pecado” os está esperando con los brazos abiertos. Al igual que la multitud de capillas 24/7/365 en la Downtown donde recrear la ceremonia de boda, pero esta vez en escasos 10 minutos y con el juez vestido de Elvis.
Continuando en la Downtown, Fremont Street es parada obligatoria.
O paseo, más bien. Alejada de los gigantescos hoteles que hoy inundan la ciudad, esta calle semipeatonal podría sonar a tranquila, pero seguimos en Las Vegas y nada es tranquilo allí. Fremont Street tiene como techo una de las pantallas led más grandes del mundo y bajo ese cielo iluminado, restaurantes, casinos y gente bebiendo y bailando.
Otro destino que no puede faltar en cualquier itinerario que se precie por la Costa Oeste es la Sequoia National Park y Yosemite, donde se concentran los árboles más grandes del mundo. Es importante comprobar siempre las actualizaciones en la web oficial sobre el estado de los parques, las carreteras de acceso y las predicciones meteorológicas.
En los bosques de secuoyas gigantes de California se contemplan espectaculares paisajes boscosos y montañosos con el General Sherman a la cabeza. Una secuoya con 83,8 metros de altura, el ser viviente más grande del mundo.

San Francisco
Y para terminar, San Francisco, una ciudad cosmopolita y peculiar al norte de California. “La ciudad de la bahía” es famosa por albergar el puente Golden Gate y por sus calles empinadas y tranvías. San Francisco es una ciudad artística y vibrante.
Cuenta con la mayor comunidad china fuera de Asia, tanto es así, que podrás degustar algunos de los platos chinos más deliciosos del mundo en restaurantes típicos como el House of Nanking ubicados en el barrio de Chinatown.
Y por último, no puedes irte de San Francisco sin visitar Alcatraz.
La prisión más famosa de todos los tiempos y una vez, hogar de Al Capone, está situada en una isla en el centro de la bahía de San Francisco. Es cierto que estaban encarcelados algunos de los criminales más peligrosos de América, pero para muchos de ellos, el crochet y la pintura fueron su salvación en aquel infierno también apodado “La Roca”.
Si después de visitar Los Ángeles, el Gran Cañón, Yosemite, Las Vegas y San Francisco os quedáis con ganas de más, no dudéis en preguntarnos!
Y aquí me despido, espero que lo hayáis disfrutado tanto como yo organizándolo. ¡Suerte con la vuelta a la realidad!
Recuerda que esto es solo una propuesta, los viajes que realizamos en Los viajes de Sofia son totalmente personalizados. Si quieres saber más detalle sobre qué hacer en la Costa Oeste, no dudes en decírmelo.
¡Estaré encantada!
Sofía