Una luna de miel en Alaska es ideal para aquellos que busquen un destino diferente. Un lugar de naturaleza salvaje y grandes paisajes en el que el hombre apenas ha podido domar al medio.

Cuando me preguntan si recomiendo una luna de miel en Alaska siempre respondo que depende. Es un viajazo increíble, pero es también muy diferente a lo que la gente suele querer para su luna de miel.

Aquí no tendrás playas tropicales y esnórquel entre corales. Más bien estarás entre alces, leones marinos y osos, entre minas, bosques interminables, icebergs y montañas.

Además, frente a la también recomendable luna de miel en Canadá, aquí todo es aún más extremo. Las temperaturas son más extremas y los paisajes, en algunos casos, más brutales.

Por eso, me gusta añadir este destino entre las opciones de lunas de miel 2022. Puede que no sea lo más habitual, pero si sois una pareja de las que disfrutan saliéndose de lo establecido os puede encantar.

Por otra parte, también quiero señalar que este viaje se puede hacer en 8 días. Así que si no podéis iros los quince días o queréis hacer algo más rápido, es una opción super recomendable. También está la opción de combinarlo con Canadá y ver dos destinos en vez de uno.

Al final va a depender de lo que quieras para el viaje, el tiempo que tengas y tu presupuesto.

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¿Qué ver en una luna de miel en Alaska?

Osos en AlaskaAlaska tiene muchísimas cosas que ver. Se trata de un territorio extensísimo pero muy poco poblado. En total, viven en toda Alaska 731.000 personas, una población inferior a la de ciudades españolas como Valencia.

Más de la mitad de sus habitantes se concentran en Anchorage y sus alrededores. Gran parte del territorio es inexpugnable, cubierto por nieve y hielo durante todo el año. Solo la costa y algunas partes del interior cuentan con poblaciones, que viven de los increíbles recursos naturales que tiene este estado de los Estados Unidos.

Además de Anchorage, ninguna luna de miel en Alaska debería perderse Seward y sus alrededores, la ciudad de Fairbanks y, por supuesto, el Parque Nacional de Denali.

El Parque Nacional de los Fiordos de Kena, y las poblaciones tradicionales de Talkeetna y Old ChenaIndian Village, también son paradas muy interesantes si queremos conocer los principales atractivos de esta región extrema.

Por supuesto, aunque vayamos en verano, es importante llevar ropa de abrigo. Y, también tener en cuenta que los días serán muy largos, por lo cerca que estamos del Círculo Polar Ártico. Y no, salvo que vayamos en invierno, que no es lo más recomendable, no es nada habitual ver una aurora boreal.

Para eso, recomiendo mucho más una luna de miel en Laponia, con muchas más actividades que hacer en invierno.

Una luna de miel en crucero rompehielos desde Seward

Glaciar BearUno de los puntos más interesantes de la luna de miel en Alaska es poder viajar en un crucero rompehielos. Estos barcos están especialmente preparados para sobrevivir en el clima del Ártico y son una experiencia en sí mismos.

No habrá que temer a ningún iceberg, son barcos preparados para enfrentarse al hielo.

Por supuesto, si además le unimos la visita a la zona de Seward y el Parque Nacional de los Fiordos de Kena, el atractivo se intensifica. En esta zona hay varios glaciares realmente impresionantes, entre los que destacan el glaciar del Oso o Bear Glacier y el Glacier Holgate.

Además, no nos podemos perder la Bahía de la Resurrección, un lugar realmente para volver a la vida de lo bello que es. Su nombre fue dado por un marinero ruso que se vio atrapado en una tormenta y pudo refugiarse en dicha Bahía, donde hoy se ubica Seward, el Domingo de Resurrección.

Además, se trata de una zona llena de animales marinos y frailecillos. Leones marinos, orcas, ballenas jorobadas o marsopas se pueden ver con facilidad desde el crucero rompehielos.

Esta zona también es muy conocida por el salmón, teniendo incluso una importantísima competición de pesca. Si quieres disfrutar del mejor salmón del mundo, te recomiendo que pruebes el salmón de Seward en tu paso por aquí. No te vas a arrepentir.

Anchorage

AnchorageAnchorage también merece la pena. La ciudad más grande de Alaska (pero no la capital, que es Juneau) tiene un centro histórico muy interesante, que nos muestra más de la cultura de la región.

En la ciudad se encuentra también el Museo de Anchorage, con una mezcla de cultura y naturaleza, convertido en el museo más grande e importante del estado. ¡Incluso tienen su propio planetario!

Si lo que nos interesa es la situación de los pueblos originarios, entonces no nos podemos perder el Centro del Patrimonio Nativo de Alaska. Está situado en mitad de un bosque a las afueras de la ciudad, con seis viviendas tradicionales de los nativos que se pueden explorar, así como objetos, arte, artesanía, armas, etc, de los once grupos indígenas principales que vivían en Alaska.

Menos cultural y más en relación con la naturaleza tenemos Ship Creek. Un punto de paso de los salmones salvajes ubicado en mitad de la ciudad. También es interesante el lago Hood, ya que este hermoso lago es también la base acuática de hidroaviones con más tráfico del mundo.

A las afueras, camino del Parque Nacional de Denali, no nos podemos olvidar de la típica población de Talkeetna. Talkeetna nos ofrecerá una amplia panorámica de los pequeños pueblos del interior de Alaska. Esta pequeña población, que no llega a los 1000 habitantes, se hizo viral hace años cuando un gato ganó las elecciones a alcalde. No me digas que no te interesa saber cómo continúa la historia.

Fairbanks

De las ciudades importantes de Alaska, Fairbanks es la situada más al norte. Es por ello que se le conoce como la puerta del Ártico y por lo que es una parada inigualable en una luna de miel en Alaska.

De abril a agosto, coincidiendo con la mejor época para hacer una luna de miel en Alaska, tiene lugar el fenómeno del sol de medianoche. Es decir, incluso a esa hora estará el sol arriba en el cielo. Te prometo que impacta bastante.

El mayor atractivo de la ciudad es el Museo del Norte, que depende de la Universidad de Alaska y que muestra la biodiversidad y la cultura de más allá del Círculo Polar. Todo es super interesante, pero lo que más suele gustar a los visitantes es un bisonte momificado de hace 36.000 años.

También hay otros museos muy interesantes en la ciudad como el de esculturas de hielo o el de coches antiguos. Por supuesto, todo lo que se encuentra alrededor de Fairbanks es increíble.

Río FairbanksDestacan los ríos Chena y Tanana, donde yo siempre recomiendo hacer un crucero en un barco fluvial tradicional. Este crucero lleva a Old Chena Indian Village, un poblado indígena donde podremos aprender más de sus costumbres y ver sus centros de artesanía local.

Parque Nacional Denali

Denali con montañaEl Parque Nacional Denali es el gran punto fuerte de cualquier viaje a Alaska. Se trata de un parque enorme y super protegido. De hecho, es ilegal entrar dentro del parque de forma privada, solo pudiendo entrar con excursiones organizadas por los propios guías del parque.

Denali se sitúa a la sombra del monte McKinley, que igual te suena por las clases de geografía del colegio, porque es el pico más alto de Norteamérica con 6.194 metros.

En Denali veremos importantes bosques, lagos, montañas y, sobre todo un montón de animales increíbles. Desde osos grizzli a caribúes, pasando por alces, zorros, linces y ovejas.

Declarado parque nacional en 1913, cuenta con una superficie de 24.500 km2. Aun así, solo una pequeña parte puede visitarse para no disturbar a los animales que viven ahí.

¿Cuándo hacer la luna de miel en Alaska?

Foto típica de AlaskaPor último, tengo que hablarte del mejor momento para hacer este viaje. Te lo adelanto ya, una luna de miel en Alaska solo tiene sentido en los meses de junio, julio y agosto. En esa época podemos llegar a los 20 grados durante el día y tener noches frescas pero aceptables en torno a los 10 grados.

Si es verdad que llueve bastante, pero también es lo que hace que sea todo tan verde y tan bonito.

En un lugar como Fairbanks la temperatura media nocturna en enero es de 22 grados bajo cero y durante del día de 16 grados bajo cero. De octubre a marzo rara vez hay temperaturas positivas.

Por ello, aunque sea un buen lugar para ver auroras boreales, yo recomiendo optar por una ruta a Laponia si es nuestro objetivo, donde hace menos frío y se pueden hacer más actividades.

En verano, sin embargo, la luna de miel en Alaska tiene mucho sentido. Temperaturas aceptables, aunque algo de frío por la noche, y la vegetación más viva que nunca, con los animales despiertos (muchos hibernan) y la posibilidad de hacer cruceros en la costa y disfrutar del sol de medianoche.

Recuerda que puedo prepararte tu luna de miel en Alaska a tu medida. Espero que te haya ayudado a decidirte.

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Besos,

Sofía

sofia@losviajesdesofia.com

Luna de miel en Alaska

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