Me gusta estar cerca de ti, de mis clientes.
Las lunas de miel son una de mis especialidades y mi equipo y yo trabajamos muy duro para que todo salga perfecto.
Y no hay nada mejor para celebrarlo que el testimonio de clientes y viajeros que han quedado satisfechos con su viaje.
Mi equipo y yo estamos muy contentos de, además de ser buenos profesionales, hacer felices a las personas.
En esta ocasión, a Diana y a David.
Así nos cuentan su luna de miel en Cuba.
Diana y David nos cuentan su luna de miel en Cuba
A pesar de que nuestra idea era coger un coche y recorrernos el país por nuestra cuenta, debido a la falta de infraestructuras no nos lo recomendaron.
Finalmente, decidimos combinar una alternativa de turismo y relax en sus maravillosas playas (y después de conocer el país agradecemos las recomendaciones).
Viajamos de Madrid directos a la Habana donde llegamos de noche, y nos encontramos una cuidad oscura, poco iluminada, pero con mucho encanto.
Nos alojamos en un precioso hotel en Parque Central (Iberostar) desde el que veíamos parte de la Habana desde la azotea.
Hicimos una ruta guiada con un chofer privado y un coche antiguo, de los que llenan de alegría y color la ciudad.
Entonces, ves una ciudad llena de contrastes e historia. Desde casas caídas y llenas de color y vida, hasta una zona residencial con unas casas de lujo preciosas, Pasando por el Malecón, lugar donde los cubanos se reúnen para echar unos tragos y bailar al son de la música.
También, el Cerro del Cañon desde el que se observa la Habana completa y donde vivió el Che Guevara, el Hotel Central donde se ven resquicios de la guerra, la casa del Ron Habana, el mercado artesanal y a pie nos recorrimos un centro histórico que te hace quedarte boquiabierto con esos edificios casi derruidos pero llenos de vida.
A todo ello hay que añadirle el olor característico de la Habana y el ruido de los coches coloridos llenos de gente y con música a tope.
El ambiente que te encuentras en la Habana es desordenado y roto; pero con gente amable que está siempre dispuesta a charlar, beber un trago y echarse un baile al son de la música de cualquiera de las tabernas.
«Después de muchas dudas y plantearnos varios destinos, decidimos viajar a Cuba de viaje de novios, aprovechando que se iba a realizar la apertura a EEUU y queríamos conocer la verdadera CUBA».
Otro día hicimos una excursión a Viñales, una zona verde y preciosa llena de plantaciones de tabaco.
Durante el viaje (3 horas) no puedes dejar mirar por la ventanilla: carreteras deficitarias, gente en burro o a pie esperando que llegue algún camioncillo que pare y les permita subirse junto con otras 20 personas.
En Viñales, llegamos a comer en una casa particular donde nos dieron genial de comer y fueron muy amables con nosotros.
Al cuarto día cogimos un vuelo interno a Cayo Santa María.
En el trayecto, a pesar de que es corto, dura lo suficiente como para vivir muchas experiencias.
Llegamos a la terminal (que era un local con de unos 200 m2 viejo y sin ninguna comodidad y donde nos dieron como tarjeta de embarque un cartón reutilizable para el resto de los pasajeros) y después de unas cuantas horas, finalmente, llegamos a Cayo Santa María…, a un hotel espectacular (Royalton).
El hotel está lleno de actividades y tiene una playa indescriptible, aguas cristalinas y azules a una temperatura perfecta.
Nos trataron genial desde el primer momento y, después de disfrutar de ese paraíso durante 5 noches, volvimos a la Habana en autobús, pasando por Trinidad y viendo la Cuba profunda, que recomiendo vivir.
Como país tengo que decir que es el país de “ No hay”.
A pesar de que busques el mayor de los lujos sus escasas posibilidades te hace que te sea imposible encontrar en ocasiones cosas tan sencillas como un helado, pero eso es, lo que junto con sus pocas infraestructuras, sus calles rotas y su ambiente haga que sea un país único y digno de visitar.
«A veces, no puedes encontrar ni si quiera un helado. Pero esto, junto a sus calles y su ambiente, es lo que lo convierte en un país único, digno de visitar».
El viaje nos lo organizaron en Los viajes de Sofia, a los que aprovecho para agradecerles sus servicios y paciencia.
Grandes profesionales y con precios de mercado.
Estuvieron atentos desde la solicitud del presupuesto, hasta la entrega de la documentación, que lo hicieron en mano con información sobre el país y con carteras para guardar nuestra documentación.
Incluso tuvimos la oportunidad de probar su habilidad de reaccionar con imprevistos, ya que nos anularon el vuelo un día antes de nuestra salida y nos buscaron una alternativa para viajar el mismo día sin coste alguno.
Dieron la talla.
Solo puedo decir: «Gracias por hacer que nuestra Luna de Miel fuera perfecta»
Y como resumen me quedo con esta frase… “ Acá en Cuba cuando nacemos nos operan de los nervios”.
Si, como Diana y David, también queréis ir de luna de miel a Cuba (o de viaje de placer) os recomiendo que consultéis mi programa para viajar a cuba.
Descarga mi programa de Cuba (muy sabrosón)
Si no os interesa una luna de miel en Cuba, tal vez, podamos hablar y hacer un traje viaje a medida.
Sofía 🙂