Si te preguntas qué visitar en Alemania en 15 días, has llegado al lugar correcto. Si bien Alemania es un país en el que no pararías de ver cosas nuevas, aunque tuvieras dos meses para recorrerlo, creo que con un par de semanas se pueden ver los lugares más emblemáticos o llamativos.

Desde Berlín, una de las ciudades más modernas y vibrantes del mundo, a los pequeños pueblecitos de la Selva Negra o Alsacia, pasando por ciudades monumentales como Dresde o capitales financieras como Frankfurt.

En este viaje que te voy a proponer, también te añado una parada en la vecina Francia y en la preciosa Estrasburgo. Y es que las regiones de Alsacia y Lorena, aunque pertenecían históricamente a Alemania, parte de ellas pasaron a Francia tras la II Guerra Mundial.

Estamos ante uno de mis destinos favoritos de luna de miel en Europa. Un país que combina historia, cultura y naturaleza. Además, Alemania se caracteriza por su fiabilidad.

Mientras que cuando viajamos a África o a determinados países de Asia y América Central y del Sur hay que acostumbrarse a otro ritmo, con posibles retrasos, atascos, etc…, en Alemania, algo que también puedes ver en una luna de miel en Japón, por ejemplo, todo funciona como un reloj.

Tu viaje a Alemania

Itinerario para una ruta en Alemania de 15 días

España – Berlín: Día 1

Berlín – Postdam – Berlín: Día 2

Berlín – Dessau – Leipzig – Dresde: Día 3

Dresde – Meissen – Dresde: Día 4

Dresde – Weimar – Erfurt: Día 5

Erfurt – Eisenach – Erfurt: Día 6

Erfurt – Frankfurt: Día 7

Frankfurt – Heidelberg – Estrasburgo: Día 8

Estrasburgo – Colmar – Friburgo: Día 9

Friburgo – Vogtsbauernhof – Cascadas de Triberg – Breitnau: Día 10

Breitnau – Lago Titisee – Breitnau: Día 11

Breitnau – Castillo de Hohenzollern – Baden Baden: Día 12

Baden Baden – Sttugart – Frankfurt: Día 13

Frankfurt – España: Día 14

Vuelta: Día 15

¿Qué ver en Alemania en 15 días?

ColmarA la hora de saber qué visitar en Alemania en 15 días, mi propuesta comienza en Berlín, en la Alemania del este y bajando hacia el sur, recorriendo Sajonia y Turingia, antes de pasar al oeste y conocer las grandes ciudades del suroeste como Heidelberg, Sttugart o Frankfurt, la Selva Negra y Alsacia, incluyendo Estrasburgo y Colmar en Francia.

Berlín y Postdam

BerlínCuando pensamos en Alemania, Berlín es lo primero que se nos viene a la mente. No es la ciudad más bonita de Alemania, ya que parte de la misma fue destruida durante la II Guerra Mundial.

Aún así tiene lugares icónicos incluyendo su Isla de los Museos, en los que hay elementos tan imperdibles como el rostro de Nerfititi en el Neues Museum, las Puertas de Ishtar o el Altar de Pérgamo en el Pergamonmuseum.

La Puerta de Brandemburgo, el Monumento a las Víctimas del Holocausto, la moderna AlexanderPlatz o el Parque Tiergarten, son otros de los imprescindibles de una visita a la capital alemana. ¡Y no te puedes olvidar del Muro de Berlín!

A 70 kilómetros de Berlín se encuentra Potsdam, capital del Estado de Brandemburgo. Yo te recomiendo pasarte por la ciudad para ver el palacio de Sanssouci. Se trata de un complejo palaciego amplísimo y bellísimo donde vivieron los Reyes de Prusia durante más de 300 años.

Sajonia

Dresde AlemaniaEn Sajonia hay un montón de paradas que hacer. Los amantes de la arquitectura contemporánea seguro que disfrutan en Dessau, la ciudad donde nació el estilo Bauhaus. La arquitectura Bauhaus de la ciudad es, además, Patrimonio de la Humanidad desde 1996.

También es muy interesante Leipzig. Se trata de una de las capitales de la ópera, una ciudad universitaria con edificios nobles y grandes avenidas, una de las capitales artísticas de Alemania.

Pero el lugar más bello de Sajonia es, sin duda, Dresde, la capital. Con el sobrenombre de la Venecia del Elba, también es Patrimonio de la Humanidad. Fue reconstruida a la perfección y sus grandes monumentos barrocos brillan como nunca.

Desde la Ópera Semper, el palacio Schloss Pilnitz, la Iglesia de Nuestra Señora o la pinacoteca Zwinger. La ciudad también cuenta con varios museos magníficos y su barroco alemán, muy diferente al barroco español, te dejará sin habla. A mí me parecía realmente increíble y, sobre todo, bastante diferente a lo que estaba acostumbrada.

Además de Dresde, yo siempre recomiendo hacer una pequeña excursión a Meissen. Se trata de una ciudad vecina muy pequeña, pero que cuenta con una famosísima fábrica de porcelana. La porcelana se Meissen se ha exportado desde hace más de 200 años por todo el mundo y ver la fábrica realmente es interesante.

De hecho, los últimos estudios muestran que la porcelana de Meissen es la primera porcelana que se hizo en toda Europa.

Turingia

WartburgEn Turingia no podemos olvidarnos de Weimar, donde nació Goethe. Esta ciudad, que incluso fue capital de Alemania, es también Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Aquí también encontramos mucho Bauhaus, un palacio ducal y una arquitectura centroeuropea preciosa, siendo un lugar ideal para recorrer a pie.

Muy cerca se encuentra Erfurt, la capital del estado de Turingia. En este caso, destaca su centro histórico, aún más bello que el de Weimar. Arquitectura clásica al más puro estilo centroeuropeo a orillas del río que contrasta con los grandes bloques comunistas de las afueras.

No podemos dejar Turingia sin ver Eisenach. Yo no la había escuchado nunca, pero resulta que es la ciudad natal de Juan Sebastian Bach. Más allá de la propia población, tiene un castillo Patrimonio de la Humanidad, llamado Wartburg.

Situado en un precipio, es un lugar impresionante y muy importante en la historia de Alemania. Entre otros momentos que cambiaron la historia para siempre, fue donde Lutero tradujo la Biblia al alemán, lo que luego conllevaría la reforma protestante.

Heidelberg

HeidelbergOtro castillo imprescindible que visitar en Alemania es el castillo de Heidelberg. Para llegar a él hay que tomar un funicular, ya que está en la ladera de una montaña. Construido a partir del siglo XIII, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura renacentista alemana.

Además, aun conserva partes góticas como la Sala del Rey, realmente como meterte dentro de un cuento.

Heidelberg es, además, la ciudad universitaria más antigua de Alemania. Su universidad se fundó en el siglo XIV y desde entonces ha sido uno de los destinos favoritos para los más jóvenes. A mí el ambiente de la ciudad me recordó un poco a Granada o Salamanca.

Además, como en estas dos ciudades, su centro histórico es completamente espectacular, lleno de lugares bellísimos que recorrer a pie.

Alsacia

EstrasburgoComo te comenté antes, Alsacia aunque tradicionalmente ha sido alemana, en la actualidad se sitúa entre Francia y Alemania. Yo recomiendo visitar Estrasburgo y Colmar en la parte francesa y Friburgo en la parte alemana. Entre ambas se sitúa el río Rin separando ambos países.

Estrasburgo es una de las grandes ciudades de Francia en la actualidad. También una de las más europeas, al ser sede de varios organismos de la Unión Europea. Su catedral gótica, sus puentes medievales y todo su casco histórico es increíble, con una unión de elementos alemanes y franceses super diferente.

Colmar es mucho más pequeña y ofrece la típica postal que estás buscando con su arquitectura de madera y colores. Además, tiene alguno de los mejores vinos, yo te recomiendo probarlos, en invierno lo típico es el vino especiado que es caliente y ayuda a entrar en calor.

Por último, la arquitectura de Friburgo es también parecida a la que hemos visto. Como las anteriores, tienes que ver sus canales de agua y su arquitectura. También suele ser una de las puertas a la Selva Negra con Sttugart.

Si pasamos por Sttugart, la “capital del automóvil”, hay que ver los museos de Mercedes-Benz y Porsche. También el centro es muy verde y muy bonito y paseable, pero menos monumental que los anteriores.

Selva Negra

HohenzollernEl viaje no podía continuar sin adentrarnos en la naturaleza de la Selva Negra. A mí lo que más me impresionó fueron las cascadas de Triberg, las más altas de Alemania. Cerca se encuentra el museo al aire libre Vogtsbauernhof, que también me gustó mucho. Se trata de un museo centrado en la vida y costumbres de la Selva Negra.

Por la zona podremos ver también granjas tradicionales. Yo paré en una de ellas a probar quesos y fue una experiencia increíble. Y justo después el Lago Titisee y el Lago Schluchsee ofrecen una panorámica de la Selva Negra brutal. Bosques y pequeños pueblos pintorescos y, además, ¡se puede navegar en ambos!

Muy cerca está la cervecería Rothaus que si te gusta la cerveza es otra parada imprescindible.

En la Ruta Alta de la Selva Negra, donde están los mejores paisajes, no te puedes olvidar del castillo de Hohenzollern. Aquí me costó decidir si era más precioso el castillo o las vistas desde él, un lugar realmente increíble. Se trata de un castillo de cuento, probablemente uno de los más bonitos de todo el mundo.

Por último, en Baden Baden destaca su casino y, sobre todo, sus baños termales. Perfectos para relajarse después de la aventura por la Selva Negra.

Frankfurt

FrankfurtPor último, te quiero hablar de Frankfurt, el centro financiero y comercial de Alemania. Aquí están algunos de los mayores rascacielos de Alemania y también puedes encontrar un casco histórico coqueto y recogido.

Eso sí, se trata también de un centro histórico completamente reconstruido, aunque te parecerá estar paseando por épocas pasadas. De aquí podemos coger el avión de vuelta a España tras haber visto qué visitar en Alemania en 15 días.

Espero que te hayan gustado mis recomendaciones. Recuerda que si prefieres otras zonas de Alemania, te puedo hacer un itinerario completamente a tu medida.

Descarga el programa de viaje a Alemania

Besos,

Sofía

sofia@losviajesdesofia.com

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