¿Ya exploraste Nueva York en profundidad?
Pues es hora de que la Estatua de la Libertad y su pulmón verde, Central Park, dejen paso a una aventura fascinante: el viaje a la Costa Oeste de Estados Unidos.
Empápate de la belleza del Cañón del Colorado en el norte de Arizona y paséate por el desfile de luces de Las Vegas.
Viaje a la costa oeste de los Estados Unidos: todo lo que necesitas saber #travel #viajar #LVDSofía Clic para tuitearQuizá prefieras inclinarte ante tu estrella preferida en el Paseo de la Fama de Los Ángeles.
¡Ningún problema!
En este recorrido por la Costa Oeste de EE.UU. que te sugiero podrás cumplir cada uno de tus sueños.
¡Incluso explorar uno de los tramos de la icónica Ruta 66! Súbete a mi coche, que comienza un trayecto de largo kilometraje. ¿Arrancamos?
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Índice
Ruta para recorrer la Costa Oeste de EE.UU.
La carretera será tu fiel compañero en este viaje.
No en vano, recorrerás unos 5.000 kilómetros por asfaltos de hasta seis y siete carriles.
Por este motivo, pese a que puedas trasladarte en transporte público para realizar ciertas salidas o contratar excursiones, alquilar un vehículo es la alternativa más sensata para moverte durante tu estancia (ni te preocupes, nosotros te o gestionamos).
Una estancia que debe ser de 15 días para empaparte de las tradiciones, la gastronomía y la magia de este destino.
Te propongo un trayecto acoplado a estos requisitos. ¡Toma nota!
1. Primera parada: Los Ángeles
En la ciudad más poblada de California hay mucha tela que cortar.
Por tanto, lo ideal es que pases en ella como mínimo tres noches. Voy a dividir la urbe en cuatro zonas para que te ubiques mejor.
Comenzamos por Downtown, el centro urbano, inundado de rascacielos.
Aquí es tradicional conocer el Paseo de Los Grammys y Chinatown. En Hollywood, en cambio, encontrarás las grandes productoras de cine.
Paramount, Columbia o Warner Bros comparten protagonismo con el archiconocido Paseo de la Fama. Otra de las costumbres más arraigadas es asombrarse a las mansiones de Beverly Hills.
El muelle de Santa Mónica y su playa acaparan la atención en la tercera de las zonas.
De Alexander Migl – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, Enlace
En el primero es donde acaban la mayoría de aventureros que se lanzan a completar la Ruta 66. En la segunda, se han rodado películas de renombre como El Golpe, Iron Man, Forrest Gump o la tercera parte de Rocky.
Tu visita seguirá siendo cinéfila acercándote a la cuarta área propuesta: la de los estudios de cine Universal Studios y Warner Studios y sus atracciones.
2. Excursión de ida y vuelta a San Diego
Durante esos días en Los Ángeles te sugiero emprender esta escapada hacia el sur.
Tan solo deberás desplazarte algo más de 190 kilómetros para llegar a la capital de la Comic-Con. Con lo cual, en menos de dos horas te plantarás en una ciudad idónea para visitar con niños.
Acudir al Zoo Safari o contemplar los animales marítimos que habitan en el Seworld son planes pensados para los más pequeños.
¿Qué tal si paseas por las encantadoras casas del siglo XVII que adornan el barrio Gaslamp Quarter?
Otra de las tradiciones consiste en descubrir cómo era la vida de los primeros colonizadores en el Old Town San Diego.
Por supuesto, no debes perder de vista Bilboa Park, uno de los parques urbanos más grandes del país.
¿Y quién sabe? Quizá te quede tiempo para visitar Point Loma, si eres surfero, e Isla Coronado, donde la eterna Marilyn Monroe rodó Con faldas y a lo loco junto a Tony Curtis y Jack Lemmon a las órdenes de Wilder.
3. De Los Ángeles a San Francisco
Un total de 613 kilómetros separan a estas dos grandes urbes.
En esta ocasión cambiamos de rumbo, dirigiéndonos hacia el norte. Despídete de Los Ángeles, pero no sufras, ya que te esperan el emblemático Golden Gate, el puente inaugurado en 1937, y Alcatraz, una antigua prisión cargada de historia y ubicada en una pequeña isla en el centro de la bahía conocida como La Roca.
En la lista de rincones imperdibles debes incluir también Twin Peaks, desde allí podrás admirar las mejores visitas de San Francisco.
Apunta, por otro lado, los barrios Castro, Little Italy y Fisherman’s Wharf.
¡No querrás perderte los leones marinos en este último! Como ves, hay mucho por ver en la ciudad de la eterna primavera. Así que, te aviso: lo mejor es pasar allí un mínimo de un par de noches para visitar, al menos, estos lugares que se han convertido en auténticos iconos.
4. Próxima parada: Yosemite
A 320 kilómetros al este de San Francisco se emplaza el Parque Nacional de Yosemite, un espectacular paraje de más de 3.000 kilómetros cuadrados de superficie.
Aquí tienes una mega guía de viaje a Yosemite.
La mayor parte de este enclave es salvaje, con lo que, como turista, solo podrás acceder a un 5 % del territorio.
Lo componen enormes laderas de granito (como El Capitán) y pronunciadas cascadas.
Las montañas de la Sierra Nevada americana albergan esta estampa de ensueño declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO a principios de los 80.
De Jeffrey Pang from Pittsburgh, PA, USA – Sierra Nevada, CC BY 2.0, Enlace
De camino al valle y a sus precipicios puedes realizar alguna parada en cualquiera de las espectaculares zonas que incluye el trayecto. Te encantará Mariposa, donde podrás contemplar pepitas de oro cristalino en su museo minero.
También te conquistará Madera Wine, donde te toparás con viñedos y bodegas para degustar sus caldos.
Una buena manera de comenzar este periplo es seguir la costumbre de los lugareños: acceder a Tunnel View, el mirador desde el que contemplar esta maravilla por la que corretean gamos y cervatillos. Sin duda, este parque repleto de longevas secuoyas es de obligada visita si, además, eres aficionado al trekking o a la escalada.
5. De camino a Las Vegas: parada en Death Valley
La majestuosidad del paisaje te encandilará. Sin embargo, lo bueno de disfrutar de este viaje es que puedes conocer escenarios completamente diferentes. Por ejemplo, el glamour inacabable de Las Vegas.
Desde las cascadas de Yosemite hasta las luces de los casinos tendrás que conducir unos 730 kilómetros hacia el sureste y en línea circular, dado que resulta necesario rodear el parque. El propio trayecto es mucho más que un viaje al uso. No olvides hacer una parada en el conocido como Valle de la Muerte, ubicado en el desierto de Mojave.
De nuevo al volante, la ciudad del ocio por excelencia te espera.
Las Vegas te brinda casi cualquier actividad que busques. Por eso, lo justo es que le dediques un par de noches o tres. Disfruta de un espectáculo de circo y de magia, ¡o celebra tu propia boda vestido de Elvis o de la mencionada Marilyn!
Su avenida más famosa es Strip, seis kilómetros de iluminación que te recomiendo disfrutar de noche. En tus primeros pasos en esta calle hallarás el famoso cartel «Welcome to fabulous Las Vegas». Como manda la tradición, debes lanzar los flashes hacia él.
Fremont Street, sus miradores y sus hoteles son otras de las principales atracciones. No debes abandonar la ciudad más grande del estado de Nevada sin irte de compras. El Fashion Show Mall o el Crystals son dos de los centros comerciales más reconocidos. Su arquitectura es memorable y alberga numerosas tiendas en las que perderte una mañana entera.
6. De aventura por Zion Park desde Las Vegas
Elige uno de esos días entre luces de colores y espectáculos para rendir visita al Parque Nacional Zion.
Para ello, debes dirigirte al noroeste y conducir unos 270 kilómetros.
Alcanzarás entonces esta reserva natural ubicada en Utah. Como sabes, es famosa por los desfiladeros rojos del cañón Zion. Te desafío a explorar sus senderos, a descubrir sus flores silvestres y a adquirir unos prismáticos para admirar la belleza de sus casi 300 especies de aves.
Pese a que Zion se ubica en pleno desierto, esta área no es inhóspita. De hecho, en este paisaje místico regado por el pacífico río Virgin descubrirás deslumbrantes acantilados.
¿Deseas contemplar las piscinas de esmeralda bajo las paredes del cañón? Entonces, añade un día al tiempo que estimabas pasar en Las Vegas en primera instancia.
7. Rumbo a Page con la mirada puesta en el cañón Bryce
Al este de Las Vegas se encuentra Page, ya en el estado de Arizona (y muy cerca de la frontera con Utah).
Unos 450 kilómetros separan a estos dos destinos míticos del recorrido por la Costa Oeste. En este caso, te bastará con pasar una noche en esta ciudad del condado de Coconino.
Y es que, de camino podrás parar (unas cuatro o cinco horas) en uno de los lugares más icónicos de la zona: cañón Bryce. Con lo cual, antes de llegar a Page ya te habrás impregnado de la magia de uno de los lugares de obligada visita en este viaje.
Ver de cerca las famosas rocas rojas conocidas como chimeneas de hadas es todo un espectáculo.
Se sitúan a una altura de unos 2.200 metros sobre el nivel del mar y fueron moldeadas durante la era cretácica. Es decir, hace más de 60 millones de años. Aquí hallarás miradores que te ofrecerán vistas inolvidables.
A su vez, podrás emprender rutas de senderismo de diversos niveles. ¡La elección es tuya!
Ponte de nuevo en carretera para llegar a Page. Un baño te espera en el lago Powell.
Se trata de un lago artificial de 300 kilómetros que nació con el objetivo de construir la presa del cañón de Glen.
¿Sabías que fue aquí, en los años 60, donde se rodó una de las películas de culto del género de ciencia ficción? Hablamos de El Planeta de los Simios.
Siéntete en un decorado cinematográfico en un lugar en el que puedes familiarizarte con las tradiciones centenarias de la población indígena.
Cuando sepas que los indios prefieren los mocasines para sentirse más unidos al suelo al caminar, quizá te animes a comprarte unos zapatos como recuerdo, tal y como hace la mayoría de turistas.
Te encantarán los festivales del Renacimiento o de la avestruz, con exquisitos platos que pueden degustarse en las calles.
8. Hacia Monument Valley
De Moritz Zimmermann – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, Enlace
Llegarás al archiconocido Monument Valley dirigiéndote hacia el este en línea recta.
Conduce 136 kilómetros y prepárate para conocer el parque tribal de la nación de los indios navajo.
El origen de este lugar rojizo e idílico catalogado como Parque Nacional se remonta a unos 50 millones de años.
Se trata de otro escenario añorado por los amantes del celuloide.
De hecho, fue aquí donde se ambientaron cintas como La Diligencia, Río Grande, la tercera parte de Regreso al Futuro, Telma & Louise o El llanero solitario.
Aquí tienes la escena 🙂
¿Mola, eh?
Se ha convertido en una tradición fotografiarse en aquellos rincones donde John Wayne forjaba su leyenda en la gran pantalla o donde Michael J. Fox viajaba al pasado con su Delorean.
Otra de las tradiciones impuestas en este valle es subirse a lomos de un caballo sobre una colina rocosa.
Inmortaliza este momento y no olvides adquirir uno de los objetos de artesanía que te ofrezcan los lugareños. Serán dos de los recuerdos más inolvidables que vivirás en esta aventura.
¿Preparado para aprenderte los nombres de las rocas esculpidas en este enclave de película? Oreja del viento, Ojos de sol, Tres hermanas… Sus figuras los delatan.
9. Es hora de dejarte asombrar por el Gran Cañón del Colorado
Tómate un respiro después de unos días de emociones, puesto que todavía queda una parte final apasionante.
Entre Monument Valley y el Gran Cañón del Colorado hay 290 kilómetros.
Ve sin prisas, disfrutando del paisaje, de la gastronomía y de tu compañía. Duerme todo lo que puedas cuando abandones el volante y levántate temprano para dejarte asombrar por esta espectacular garganta excavada por el río Colorado.
Este territorio declarado Patrimonio de la Humanidad se asienta en Arizona y completa la denominada Gran Escalera junto al parque Zion y al cañón Bryce.
¿Quieres jugar? Aquí te dejo un vídeo con una cámara 360 del Cañón, pincha en la imagen para girar y ver la panorámica.
Las rocas sedimentarias que lo componen son las más antiguas de las tres zonas mencionadas. Para que te hagas una idea, las que se asientan en las profundidades pueden superar los dos billones de años. Visitando estos tres escenarios serás testigo de cada una de las edades geológicas de la Tierra.
Practicar rafting en barcas con capacidad para unas 15 personas es una de las actividades más populares.
También es costumbre pasear por el skywall, una pasarela de cristal suspendida en el vacío a 1.200 metros. Eso sí, debes tener en cuenta que el Village y la Desert View en el South Rim sí están abiertos todo el año. Ahora bien, otra de las localizaciones, North Rim, está cerrada entre mediados de octubre y mediados de mayo. Es conveniente que lo recuerdes para no tener dudas en lo que se refiere al acceso.
10. ¿El regreso a Los Ángeles? Por la inconfundible Ruta 66
¿Quién ha dicho que el trayecto de vuelta de un recorrido así es tedioso?
Cuando se te pone por delante la Ruta 66, un regreso al uso se convierte en una aventura tan apasionante como el viaje propiamente dicho. Desde el Gran Cañón del Colorado a Los Ángeles hay una distancia de alrededor de 700 kilómetros en dirección suroeste.
Pasarás por Williams, Laughlin y Victorville hasta llegar a tu destino. Este tramo de la famosa carretera madre está salpicado por gasolineras convertidas en encantadoras tiendas de recuerdos. En la llamada Calle principal de América te toparás también con restaurantes que desprenden aromas ahumados y cuyos neones deslumbran desde la carretera.
¿Qué tal si almuerzas entre barbacoas, música de la década de los 50 y una original decoración vintage? Carga la batería del móvil a tope, pues no dejarás de fotografiar los cafés de carretera, los moteles o esos hermosos atardeceres que regala el cielo sobre el asfalto. ¡Buen viaje de vuelta!
El visado
¿Ya te has hecho una idea de la ruta? Pues la mala noticia es que no podrás disfrutarla si no te ocupas de tener todo en regla antes de viajar al país. Así que, lo primero es lo primero. ¿Sabías que desde 2009 los turistas están obligados a presentar su visado ESTA?
Si no quieres quedarte en tierra, obtén tu certificado con antelación. Las autoridades recomiendan pedirlo al menos 72 horas antes de iniciar tu periplo. Ahora bien, yo te recomiendo hacerlo antes. Mejor prevenir que curar, ¿no crees?
Puedes solicitarlo vía online, así que te enviarán el documento por correo electrónico, más cómodo, imposible. ¡Y tan solo tendrás que rellenar un formulario! Te preguntarán datos básicos, así como la dirección en la que localizarte durante tu estancia o tu profesión.
El permiso te concede 90 días de estancia. Y muy importante: recuerda que tu pasaporte debe estar en regla. Además, no olvides contratar tu seguro de viaje. Crucemos los dedos para que no sufras ningún percance. De ser así, la factura resultaría copiosa, sin duda.
La gestión de tus pagos
Solucionado este punto, pasemos a resolver otra de las preguntas del millón cada vez que se cruza el charco: ¿mejor pagar en efectivo o con tarjeta? Como sabes, la moneda empleada en la Costa Oeste de Estados Unidos es el dólar estadounidense (en este conversor puedes consultar el cambio).
En este sentido, cada vez que efectúes tus pagos con tarjeta o cuando saques dinero en el cajero, pagarás como comisión unos 2 dólares por cada cien de media.
La mayoría de las entidades permiten pagar sin comisiones en la zona Euro, no así fuera de ella. Por tanto, procura pagar en efectivo las pequeñas compras.
¿Qué me pongo para viajar a la Costa Oeste?
Mientras la zona este puede ser realmente fría en invierno (ahí tienes a Chicago o Detroit), tu destino es más caluroso.
De hecho, en ciudades como Los Ángeles parece reinar el verano prácticamente todo el año. Debes saber que, en las zonas sureñas, el clima resulta realmente agradable vayas cuando vayas.
¡Y en las áreas desérticas el calor puede ser realmente insoportable! En la Costa Oeste central y norte el tiempo se asemeja al del mediterráneo.
¿Mi consejo?
Que viajes en primavera. Sin duda, es la mejor estación para conocer estas maravillas.
Podrás bañarte sin inconvenientes en la playa, así como visitar los parques naturales, dado que el riesgo de nieve es muy bajo. Así mismo, evitarás los chaparrones que caen sobre Utah o Nevada en septiembre y octubre, por ejemplo. Así que, llena tu maleta de ropa de primavera-verano ¡y no te olvides del bañador y la toalla!
¿Dónde comer en la Costa Oeste de Estados Unidos?
Cuando mentalmente asocias EE.UU. y comida, ¿qué te viene a la cabeza? Me apuesto lo que sea a que la respuesta es: «perritos calientes y hamburguesas». Estamos de acuerdo en que no hay nada más delicioso, y sano, que la gastronomía mediterránea, pero no sufrirás daño alguno por apartarte unos días de ella.
Además, durante tu estancia en la Costa Oeste podrás visitar algunos restaurantes que te harán olvidar por un momento la paella familiar de los domingos o las lentejas de mamá.
Comida entre mitos animados, ‘country’ y viajes a los 50
¿Eres fan de Los Simpsons? Fotografíate junto a tu hamburguesa y tu cerveza Duff en el famoso Krusty Burger del parque Universal Studios de Los Ángeles. Ya en San Francisco, no debes perderte las patatas rizadas de The Cove, una cafetería en la que podrás gozar de un brunch legendario.
En Page, te aconsejo optar por la comida italiana que preparan en Srombolli’s. ¿Y para cuando visites Bryce? Te insto a saborear la mejor salsa barbacoa sobre los manteles de cuadros del Showdowns, un local fabricado en madera en el que resuena la música country constantemente. ¿Existe algo más americano?
El famoso Hard Rock Café lo reservamos para Las Vegas. ¡Prohibido no pedir su tarta Oreo Cheesecake! Presume en las redes sociales de este dulce manjar, tan rico como las hamburguesas que sirven en el Cruisers Café 66, el Mr D’z Route 66 Diner y en el Peggy Sue’s 50 Diner. La jukebox y el resto de decoración cincuentera de estos locales te posibilitará viajar a un pasado de película durante tu paso por la Ruta 66.
¡Desconecta de la realidad en una aventura fascinante y repleta de contrastes!
Sofía