Hace casi un año de mi viaje a Maldivas, los que tenéis espíritu #wanderlust me entenderéis cuando intento explicar esa sensación de euforia cuando te proponen un viaje que no tenías programado y de repente el universo conspira a tu favor. ¡Pues así fue!
Maldivas nunca había estado en las primeras posiciones de mi lista de destinos pendientes. No es que no me atraigan esas playas maravillosas, ni las fotos de los hoteles tan espectaculares… ¡Todo lo contrario!
Visualizarse con un coctel en la mano en una infinity pool mirando al índico es más bien fácil ?…
Buscaba la ocasión de visitar Sri Lanka para hacer una buena conexión aérea y disfrutar de estas islas tan idílicas.
Pero como he comentado el destino hizo que el pasado mayo haya conociera 4 de estas islas.
¡Así que empecemos! Tengo mucho que contaros.
Hay más de 1100 islas en 26 atolones, su mar azul y sus playas de arenas blancas se divisan claramente desde el cielo y puedo aseguraros que hasta la fecha nunca había visto algo tan bonito desde un avión.
De las más de 1000 islas que componen Maldivas sólo 200 de ellas están habitadas y casi la mitad están dedicadas al sector turístico al 100%.
Por lo que podéis imaginar lo volcados que están en cuidar al turista y hacer que su estancia en el paraíso, sea básicamente eso… hacer que te sientas como Adán y Eva. ?
Índice
¿Cuándo es la mejor época para visitar Maldivas?
Podemos decir que la temperatura en Maldivas es estable durante casi todo el año. Entre 27 º y 31ºC. Calor y humedad, mucha humedad, siempre supera el 75%. En los días que yo estuve no bajó de un 83% con una sensación térmica de más de 35º.
Confirmado, en el Paraíso hace calor.
En Maldivas podemos decir que hay dos estaciones:
El Monzón Seco: de noviembre a abril. Los días suelen ser más soleados y la probabilidad de lluvia es menor. También coincide con la temporada alta, por lo que los precios son más elevados.
El Monzón Húmedo: de mayo a octubre. Las precipitaciones son cortas y abundantes y luego vuelve a salir el sol, aunque podéis tener varias horas del día con el cielo nublado. Si sois amantes el buceo, está es la mejor época para vosotros.
Sobre la historia de Maldivas
Según las creencias locales los primeros habitantes estables de las Maldivas fueron los Redin, marineros que adoraban el sol y temerosos por la existencia de malos espíritus, a los que ellos llaman jinnis.
Actualmente, la única religión existente en las Maldivas es el islam, aunque las evidencias de su pasado religioso solar hacen destacar el hecho de que muchas de las mezquitas en Maldivas están orientadas hacia el sol y no hacia La Meca como en el resto de países musulmanes. Cuanto menos curioso…
El idioma de las islas Maldivas es conocido como Dhivehi. Proviene de una antigua forma de cingalés, de Sri Lanka, pero con influencias del árabe.
Además, hay varios dialectos diferentes en todo el país. Una palabra que debes aprender es Gracias: sukurilla, los maldivos son muy serviciales y atentos y agradecerán que se lo agradezcas en su idioma.
Pero si aprender Dhivehi no está entre vuestros objetivos de este año, no os preocupéis, el inglés se habla con fluidez en todos los hoteles y resorts que visitéis.
Moneda
No os volváis locos a la hora de cambiar dinero. Todos los hoteles y establecimientos aceptan Visa, Mastercard e incluso Amex en la mayoría de ellos.
Y aunque la moneda de las islas Maldivas es el Rufiya, que se divide en 100 larees, el dólar es la moneda oficial para el turista.
Solo hay cajeros automáticos en Malé y la mayoría permiten retirar dinero de cuentas internacionales.
Pero como siempre es recomendable que llevéis alguna cantidad en efectivo para pequeñas compras que queráis hacer o algún traslado entre islas que no llevéis cerrado. (Normalmente aceptan dólares)
Visado
Para los españoles pasaporte en vigor con más de seis meses de caducidad desde la fecha de inicio del viaje y dos hojas en blanco.
Por lo demás no es necesario ningún visado ni tasa de entrada para visitar Maldivas y hoy no hay ninguna nacionalidad que tenga restringida la entrada al país como turista.
Una vez que nos han visado el pasaporte en el control del aeropuerto de Malé, disponéis de 30 días para disfrutar de todas y cada una de sus más de 1000 islas… (un mes se queda corto, ¿eh?).
Vacunas
No hay ninguna vacuna para Maldivas obligatoria, pero sí recomendables como puede ser la Hepatitis A y Tétanos.
Yo como siempre os recomiendo que visitéis el Centro del Viajero que os corresponda según vuestra ciudad. Normalmente funcionan con cita previa.
Y una vez que ya estamos informados, vacunados, con algún dólar en el bolsillo y con nuestros pasaportes visados ya podemos viajar a Maldivas. ¡Allá vamos!
Desde hacía tiempo tenía en la cabeza diseñar un programa a Maldivas donde pudiéramos combinar varias islas, algo muy común cuando se viaja a Polinesia Francesa pero no tan común en Maldivas.
Por lo que me emocionaba la idea de vivir en primera persona la operativa de los traslados entre islas, el funcionamiento de las terminales de vuelos domésticos y el funcionamiento de las lanchas rápidas. ¡Y sí! Es viable, podemos visitar varias islas en un mismo viaje sin morir en el intento ?
Así fue mi viaje a Maldivas
Etapa 1. Madrid – Malé
Muchas son las compañías aéreas que vuelan a Malé, el aeropuerto principal de Maldivas.
En esta ocasión elegimos volar con Turkish Airlines, me moría de ganas de conocer la nueva terminal de Estambul (ciudad que ya sabéis que amo y amaré siempre).
La escala fue ideal, apenas dos horas de espera, el tiempo justo para estirar las piernas, pasearme por las tiendas de dutty free y embarcar en el siguiente vuelo.
Tengo que decir que Turkish está renovando su flota y que el servicio de restauración es bastante bueno. Ambas cosas se agradecen cuando nos metemos en vuelos de más de 12 horas.
Una vez que llegamos a Malé es fácil: rellenamos el formulario de acceso o ficha de entrada que hay en los mostradores antes del control y ya estamos en el Paraíso.
Cuando salgáis de la terminal, veréis que hay muchos mostradores con los nombres de los diferentes hoteles y resort, si habéis contratado el traslado con el mismo hotel, solo tenéis que dirigiros al mostrador correspondiente y ellos se encargan de todo.
En mi caso, retrasamos el traslado al primer hotel para tener tiempo y poder hacer una visita rápida a Malé.
Lo más destacable de Malé es su vida ajetreada, sus motos, sus altos edificios, su mezquita y sus mercados.
Si en vuestro caso contáis con algunas horas antes de coger el hidroavión o lancha a vuestro hotel podéis contratar un citytour donde os contarán lo más destacable de esta ciudad y así haceros a la idea de como viven los maldivos y maldivas que no se dedican al turismo.
Etapa 2. Male – Velassaru
El traslado desde Male a la isla de Velassaru lo hicimos en lancha rápida. Media hora de un paseo agradable.
En el vídeo podéis ver el recibimiento que nos hicieron:
Velassaru se encuentra en el atolón sur de Malé. La isla es preciosa, arena blanca, aguas azul turquesa y llena de palmeras.
Tuve la suerte de alojarme en una Beach Villa, con acceso directo a la playa. Y sí, las fotos de la web se corresponden con la realidad. El servicio, el trato del personal están a la altura de lo que esperamos de un resort de esta categoría.
Estuvimos un par de noches en Velassaru, es un viaje para descansar y disfrutar de la tranquilidad, pero cierto que es que para personas bastante activas, como es mi caso también hay opciones ?.
Todos los deportes de agua me fascinan y visto que no había muchas olas, la mejor opción fue coger una tabla de paddle surf y recorrernos la isla.
Más: Qué hacer en Maldivas en 10 días
A última hora de la tarde hicimos una excursión goleta para ver el atardecer, espectacular el sunset con una copa de cava en la mano… creerme cuando os digo que la foto no hace justicia…
Cuando haces viajes de inspección, como es el caso, además de poder disfrutar de todo lo que nos muestra cada destino, también tenemos compromisos laborales, y esa noche teníamos cena con el director del hotel, la directora de marketing de la cadena y el primer chef.
Nos teníamos una sorpresa preparada, una mesa preciosa a la orilla del mar. Fue una cena fantástica y tengo que reconocer que en Maldivas en general comí muy bien.
Eso sí, hay que ir con el Todo Incluido o al menos la Pensión Completa Incluida desde España, para que os hagáis una idea una cerveza cuesta entre 15$ y 20$.
Para finalizar la velada, ¡tuvimos música en directo mientras nos tomamos un cóctel!
Conclusión: Velassaru fue muy buen anfitrión.
Etapa 3. Velassaru – Dhigali
Tocaba cambiar de isla y tenía muchísimas ganas de hacer este traslado, por fin pude tachar otra de las cosas pendientes de hacer que tengo en mi lista…. Es interminable, la verdad!! Montar en hidroavión…
El traslado lo hicimos en lancha rápida hasta Malé, desde ahí cogimos un microbús hasta la terminal de hidroaviones y una vez allí, por fin pudimos coger el hidroavión con destino a la isla de Dhigali.
El total del traslado unas dos horas y media, de las cuales 45 minutos son en vuelo.
Como bien sabéis, hablo hasta con las piedras y este defectillo hizo que en mi charla con el copiloto, acabara diciéndome que era español, así que más suerte aún porque me dejó entrar en la cabina del piloto. ¡¡Fue una experiencia increíble!!
Y por fin llegamos a Dhigali, que nos recibió con un chaparrón que parecía que se iba a caer el cielo….
Después de secarnos y tomar algo en la recepción nos llevaron a nuestra habitación en un buggy, el típico cochecito de los campos de golf, que es el transporte oficial de la isla.
La verdad que está muy bien organizado. Hay paradas a lo largo de la isla y cuando llegas al hotel te facilitan una clave para descargarte una app donde puedes ver en qué punto de la isla te encuentras y cuál es la parada más cercana con buggys disponibles.
Además, en la app también tienes el calendario y horario de todas las actividades que ofrece la isla.
Nuestra habitación era preciosa, nos dieron una Beach Villa With Pool con acceso directo a la playa. No puedo ponerle ninguna pega. El hotel era muy nuevo y se notaba en todas y cada una de sus instalaciones.
En cuanto a las actividades que podemos hacer en la isla además de descansar, os recomiendo que os guste o no el buceo al menos tenéis que hacer snorkel, nunca había vista tanto peces manta juntos, ¡¡increíble!!
La comida y la cena muy bien. Como os dije al principio del post comimos muy bien en todas las islas que visitamos en nuestro viaje.
Beber en Maldivas
En cuanto a las bebidas, la mayoría son de importación, la única bebida autóctona es el Raa, que es un zumo proveniente de los troncos de las palmeras. El té es una de las bebidas favoritas de los habitantes de las Maldivas, y lo preparan de múltiples maneras. Así que un té siempre es buena opción ?.
El alcohol no está permitido fuera de los hoteles y es prácticamente imposible de conseguir fuera de estos.
La isla en sí es preciosa, pura jungla. Su frondosa vegetación, hace que en ocasiones parezca que has vuelto a Costa Rica, eso sí…. A más vegetación más bichos… por lo que no os olvidéis de poneros el Relec y todas las pulseras repelentes de insectos que hayáis echado en la maleta.
Dighali, además de la lluvia torrencial, también nos regaló uno de los atardeceres más espectaculares que he visto en mis viajes.
Un atardecer rosa que nos dejó a todos sin palabras… si a esto le sumas el bar chill out que hay en la isla y que sorprendentemente tenían MAHOU, fue uno de los momentos más idílicos de este viaje.
Etapa 4. Dhigali – Faarufushi
El traslado desde Dhigali a Faarufushi lo hicimos en lancha rápida.
No es habitual el traslado entre islas, así que hay dos opciones o contratamos un traslado privado, que siempre está sujeto a disponibilidad y tiene un coste bastante elevado, o volamos de vuelta a Malé y desde ahí cogemos otra lancha a Faarufushi.
Sin duda, el mejor de los hoteles de mi estancia en Maldivas. El resort está muy bien, y tienen un buen club de buceo.
Nosotros hicimos un par de salidas al atolón Raa. Maanenfushi, parece la localización de cualquier película sobre náufragos.
Este hotel tiene un restaurante precioso, donde podéis ver el atardecer y cenar. ¡Una autentica pasada!
Etapa 5. Faarufushi – Kurumba
De regreso a Malé hicimos una parada en la isla de Kurumba. Se llama Kurumba a cuando el coco todavía está tierno y su agua se toma como una bebida refrescante.
Esta isla no os la recomiendo, ya que al estar tan cerquita de Malé se pierde la esencia de sentirte en el paraíso, sus aguas no son transparentes ni su arena tan blanca como el resto de islas que visité.
Está bien si por conexión aérea os veis obligados a hacer noche entre vuelo y vuelo, pero no para disfrutar de una estancia de relax como todos nos imaginamos que es Maldivas.
Desde aquí cogimos lancha rápida al aeropuerto, hay apenas 10 minutos. Volvimos también con Turkish y hicimos igualmente escala en Estambul y directos a Madrid.
Ya nos tocaba volver, 10 días en Maldivas son muchos para algunos, pero no para mí.
Podría estar un mes entero de atolón en atolón disfrutando de la tranquilidad que se respira desde que pones un pie en aeropuerto de Malé, del color de su mar, de cada atardecer, que cada día me sorprenden más porque ninguno es igual al anterior y de la hospitalidad de su gente.
Sin duda, un viaje inolvidable donde pude comprobar que el paraíso existe.
Un beso,
Sofia.